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Los problemas ambientales pueden aumentar si no recogemos las heces de nuestros perros, así como las heces que dejan los perros callejeros. Esto a menudo hace que los animales callejeros sean maltratados o envenenados, las personas creen que son la causa del problema, pero hacen la vista gorda a su propia contribución a la contaminación del aire, el agua y el suelo arrojando su propia basura en las calles.

Este proyecto tiene como objetivo alentar a los dueños de perros, así como a todos los ciudadanos, a ser socios activos en la protección del medio ambiente mediante la recogida de heces domésticas y de perros callejeros. Proponemos la creación de equipos del vecindario que recogerían las heces de los perros en bolsas biodegradables, que cualquier persona puede desechar en un recipiente especial que estará disponible en el vecindario, específicamente para recolectar y transformar los desechos de los perros en composta utilizable por especialistas, que luego podría ser utilizado como fertilizante en espacios verdes en ese mismo barrio.

El costo de instalar contenedores especiales es de $ 6,500. Nuestro proveedor, Composcan, cobra $ 10,000 por mes por recolectar los contenedores de 20 kg de capacidad, pero planean recolectar los residuos cada segundo o tercer día para que no se llenen y permanezcan funcionales. También venden bolsas biodegradables de maicena; un rollo de 15 bolsas cuesta $ 80, y una caja de 12 rollos que contiene 600 bolsas es de $ 1,000.

Protección del medio ambiente

Nuestra fundación tiene un enfoque holístico que va más allá de nuestro objetivo principal de ser una voz para nuestros amigos peludos que más nos necesitan e incluye la protección de nuestro entorno. Algunos de nuestros proyectos ecológicos incluyen:

  • Construir casas para perros y gatos con material reciclado como PET, Tetrapak o cartón para una solución económica y ecológica

  • Construir nuestro refugio con material ecológico, como paneles solares y utilizando una construcción basada en permacultura; integrando el tratamiento de las heces para producir composta biológica libre de toxinas para uso residencial o agrícola. Este punto es de especial interés ya que la mayoría de nosotros no sabemos qué hacer con las heces de nuestros compañeros perrunos, ya sea en casa o cuando las estamos caminando. Esto también será de ayuda en el manejo de los desechos de los perros callejeros, que se recolectarán, se tratarán por toxinas y se utilizarán como fertilizantes para la creación de jardines locales y especiales, lo que fomentará aún más el respeto por los espacios públicos.

  • Instalación de hornos crematorios para compañeros perrunos. Esta sencilla iniciativa ofrece muchos beneficios y es un componente vital en los problemas de salud pública al eliminar los desechos tóxicos infectados. Por ejemplo, un perro que muere de rabia y cuyos restos no se hayan desechado adecuadamente representa un riesgo de infectar a humanos y otros animales. Las cremaciones controladas previenen el brote de enfermedades infecciosas en su origen. Los hornos utilizados en este proyecto son respetuosos con el medio ambiente y poseen todos los requisitos necesarios para controlar la emisión de humos y olores en el ambiente.